Estaba hojeando estas historias con Simbad, Alí Babá, Aladino, príncipes, califas, visires, bailarinas, caravanas … Cuántas veces me pasa que nunca llego al final del libro… Entonces me fui a leer el final mismo:
“… (El) rey Schahriar, se apresuró a llamar a los escribas más hábiles de los países musulmanes y a los analistas más renombrados, y les dió orden de escribir cuanto le había sucedido con su esposa Schehrazada, desde el principio hasta el fin, sin omitir un solo detalle.
Y pusieron manos a la obra, y de tal suerte escribieron con letras de oro treinta volúmenes, ni uno más ni uno menos. Y llamaron a esta serie de maravillas y de asombros: EL LIBRO DE LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE.
Luego, por orden del rey Schahriar, sacaron un gran número de copias fieles, que difundieron por los cuatro costados del Imperio para que sirvieran de enseñanza a las generaciones.
Respecto al manuscrito original, lo depositaron en el armario de oro del reino, bajo la custodia del visir del tesoro.
Y el rey Schahriar y su esposa la reina Schehrazada, aquella bienaventurada, y el rey Schahzamán y su esposa Doniazada, aquella encantadora, vivieron entre delicias, felicidades y alegrías durante años y años, con días más admirables que los anteriores y noches más blancas que el rostro de los días, hasta la llegada de la Separadora de amigos, la Destructora de palacios y la Constructora de tumbas, ¡la Inexorable, la Inevitable!
Y tales son las historias espléndidas llamadas MIL NOCHES Y UNA NOCHE, con lo que en ellas hay de cosas extraordinarias, enseñanzas, maravillas, prodigios, asombros y belleza.
Pero Alah es más sabio. Y sólo El puede discernir en todo ello lo que es verdad y lo que no es verdad. ¡El es el Omnisciente!
¡Loores y gloria, hasta el fin de los tiempos al que permanece intangible en Su eternidad, cambia a Su antojo los acontecimientos, y no experimenta ningún cambio, al Dueño de lo Visible y de lo Invisible, al Unico Viviente! ¡Y la plegaria y la paz y las más escogidas bendiciones para el elegido por el supremo Potentado de ambos mundos, para nuestro señor Mahomed, Príncipe de los Enviados, joya del Universo¡ ¡Pidámosle un dichoso y bienaventurado F I N ”
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