Soneto
No sé si alguien vendrá, si alguien vendría
a sostener la tierra si cayera,
a salvar el amor, la primavera
o la vida de un niño o la alegría.
Ocupados están. Se muere el día
y casi nadie clama o desespera…
cae un libro, se baja una bandera
y mañana desiste la poesía.
Y nadie dice nada. Simplemente
se baja otro peldaño, se consiente,
se acepta, se contrata, se traiciona.
Habrá un ángel de menos en el cielo
y alguien no soñará. Su desconsuelo
será la forma con que Dios perdona.
Saramaria Duhart. Buenos Aires/Belgrano. Del libro “1001 Sonetos”
Leída en: El Soneto en la Argentina, Antonio Requeni