De Obras Completas de Su Tungpo (1036–1101)
“Hubo un ciego de nacimiento. Nunca había visto el sol y preguntó acerca de él a quienes lo habían visto.
Alguien le dijo: “La forma del sol es como una bandeja de latón.” El ciego golpeó una bandeja de latón y oyó un sonido. Luego, cuando oía el tañido de una campana creía que era el sol. Otro le dijo: “La luz del sol es como la de un cirio.” El ciego palpó un cirio y se dijo que tal era la forma del sol. Más adelante, palpó una llave (grande) y pensó que era un sol.
El sol es muy distinto de una campana o una llave, pero el ciego no puede decirnos en dónde está la diferencia, porque nunca ha visto el sol. La verdad (Tao*) es más difícil de ver que el sol y, cuando no la conoce, la gente es exactamente como el ciego. Por mucho que te esfuerces para explicar la verdad con analogías y ejemplos, estos serán parecidos a los de la bandeja de latón y el cirio. Por lo que oímos de una bandeja de latón, nos imaginamos una campana y, por lo que oímos de un cirio nos imaginamos una llave.
De este modo, nos alejamos cada vez más de la verdad. Quienes hablan sobre Tao le dan a veces un nombre de acuerdo con lo que están viendo o se imaginan lo que podría ser sin verlo. Todo esto son errores en el esfuerzo de comprender el Tao.”
De: La importancia de comprender, capítulo “Ingenio Antiguo”, Lin Yutang.
*Nota: Tao: (en Wikipedia) La palabra tao (o dao, dependiendo de la romanización que se use), suele traducirse por «vía» o «camino», aunque tiene innumerables matices en la filosofía y las religiones populares chinas.
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