Código del totemismo (en un texto de Sigmund Freud)

(S. Reinach, 1900, citado por Freud en Totem y Tabú, Retorno infantil al totemismo)

“1. Ciertos animales no deben ser muertos ni comidos. Los hombres mantienen en cautividad individuos de estas especies animales y los rodean de cuidados. 
2. Un aninal muerto accidentalmente hace llevar luto a la tribu y es enterrado con iguales honores que un miembro de la misma. 
3. La prohibición alimenticia no recae algunas veces sino sobre una cierta parte del cuerpo del animal. 
4. Cuando se impone la necesidad de matar a un animal habitualmente respetado, se excusa la tribu cerca de él y se intenta atenuar, por medio de toda clase de artificios y expedientes, la violencia del tabú; esto es, el asesinato. 
5. Cuando el animal es sacrificado ritualmente, es solamente llorado. 
6. En ciertas ocasiones solemnes y en determinadas ceremonias religiosas se revisten los individuos con la piel de determinados animales. Entre los pueblos que viven bajo el régimen del totemismo se utiliza para estos usos la piel del totem. 
7. Existen tribus e individuos que se dan el nombre de los animales totem. 
8. Muchas tribus se sirven de imágenes de animales como símbolos heráldicos y ornan con ellas sus armas de caza o de guerra. Los hombres se dibujan o tatúan en sus cuerpos las imágenes de estos animales. 
9. Cuando el totem es un animal peligroso y temido, se admite que respeta a los miembros del clan que lleva su nombre. 
10. El animal totem defiende y protege a los miembros del clan. 
11. El animal totem predice el porvenir a sus fieles y les sirve de guía. 
12. Los miembros de una tribu totemista creen con frecuencia hallarse enlazados al animal totem por un origen común.” 

“… prescinde de los rasgos esenciales del totemismo…  relega una a último término (el carácter ancestral) y omite la otra por completo (la exogamia)…”

DeTotem y tabú, El retorno infantil al totemismo, puntos I y II, por S. Freud

Ceremonia para ayudar al dios del sol, Ra (Totem y Tabú)

Lecturas…

“Todas las noches, cuando Ra, el dios del sol (entre los antiguos egipcios), volvía a su residencia en el inflamado Occidente, tenía que sostener una encarnizada lucha contra un ejército de demonios conducidos por Apepi, su mortal enemigo.

Ra luchaba contra ellos toda la noche, y a veces las potencias de las tinieblas conseguían ensombrecer el cielo con negras nubes y debilitar la luz del sol, incluso durante el día.

Con el fin de ayudar al dios, se celebraba cotidianamente, en su templo de Tebas, la siguiente ceremonia:  Se fabricaba con cera una imagen de Apepi, al que se le daba la forma de un horrible cocodrilo o de una serpiente de innumerables anillos y se escribía encima, con tinta verde, el nombre del maléfico espíritu. Colocada esta figura en una vaina de papiro, sobre la cual se trazaba la misma inscripción, era envuelta en negros cabellos y después escupía encima el sacerdote, le cortaba con un cuchillo de sílex, la arrojaba al fuego y la pisaba con su pie izquierdo.

Por último, terminaba la ceremonia quemando la figura en una hoguera alimentada con determinadas plantas. Destruido Apepi, todos los demonios de su séquito sufrían sucesivamente la misma suerte.

Este servicio divino, que iba acompañado de ciertos discursos rituales, se celebraba ordinariamente por la mañana, al mediodía y a la noche; pero podía ser repetido en cualquier momento del día, cuando rugía la tormenta, llovía a torrentes o se mostraba el cielo oscurecido por negras nubes.

Los perversos enemigos de Ra experimentaban los efectos del castigo, infligido a sus imágenes, del mismo modo que si tal castigo les hubiese sido aplicado directamente. Huían y el dios del sol triunfaba de nuevo…”   

De: Totem y tabú, Freud citando a Frazer 

PD: Visto desde estos tiempos… Cuánto trabajo al-cohete

A %d blogueros les gusta esto: