Via infusionados.net…
“Lo que la Fotografía reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez: la Fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente.
Esta fatalidad (no hay foto sin algo o alguien) arrastra la Fotografía hacia el inmenso desorden de los objetos –de todos los objetos del mundo: ¿porqué escoger (fotografiar) tal objeto, tal instante, y no otro?.
… un detalle me atrae. Siento que su sola presencia cambia mi lectura, que miro una nueva foto, marcada a mis ojos con un valor superior. Este «detalle» es el punctum (lo que me punza).
El studium es claro: me intereso con simpatia, como buen sujeto cultural, por lo que dice la foto…
Ahora sé que existe otro punctum, (otro «estigma») distinto del «detalle». Este nuevo punctum, que no está ya en la forma, sino que es de intensidad, es el Tiempo, es el desgarrado énfasis del noema «esto-ha-sido» , su representación pura.
… Esto ha sido… Tanto si el sujeto ha muerto como si no, toda fotografía es siempre esta catástrofe. …”
Leído en: infusionados.net
La imagen en: La fotografía según Barthes / NodoVisual.Net