De los libros Hábitos Zen y El Poder de lo Simple…
“Reducir la necesidad de consumir y enriquecerse.
Una fantástica idea para todos los que tengan problemas con la compra compulsiva, gran enemiga de la simplicidad, es la regla de los 30 días, junto con la fecha en la que fue añadido.
Si después de 30 días todavía lo quiere, entonces puede comprarlo. Claro que no se aplica a necesidades básicas como la comida, pero ayuda diferenciar los caprichos de lo necesario.
Dejar de poseer y acumular cosas.
Menos ropa en el armario, menos objetos en la casa y menos papeles en el escritorio harán que usted tenga la mente más lúcida y más tranquila. También, tendrá más tiempo para dedicarse a las cosas importantes, es decir, las esenciales de la vida, que son las que contribuyen a su salud y bienestar.
Comer sólo 7 alimentos.
Es importante desayunar de forma abundante y sana, sin saltearse comidas. Lo fundamental es erradicar las comidas empaquetadas y comer sólo estos siente alimentos: frutas, vegetales, cereales integrales, carnes magras, lácteos descremados, legumbres y frutos secos.
Levantarse temprano. Acostarse pronto.
Es importante tener disciplina en los hábitos de descanso y también de alimentación. Esto hará que el día rinda mucho más y que nos estresemos menos.
Una sola tarea, un solo proyecto.
Para los que queremos estar en todos lados y haciendo de todo. ¿Cuántos proyectos llevamos? Si son muchos, pueden limitar nuestra eficacia. Céntrese en un único proyecto y deje los otros en espera. No se permita hacer varias tareas a la vez. Cuando esté escribiendo o redactando un informe, no haga nada más. Cuando esté procesando el correo, vacíe el buzón de entrada y no haga ninguna otra cosa. Termine una tarea por vez y dedíquese a otra nueva, solamente cuando haya terminado la primera.
Día semanal de descanso.
Si es más de uno, mejor. hay quienes aconsejan concentrar el trabajo en 4 días. Si se reduce el tiempo, somos más eficientes al concentrarnos sólo en lo esencial.
Menos es más, poner límites.
Consejo basado en los principios del haiku, poema japonés de diecisiete sílabas y tres líneas. Leo Babauta dice: “Al establecer limitaciones, se tiene que elegir lo esencial…” A su juicio, lo que no tiene límites es débil. Cuando más se concentra uno, más poder tiene.
Un cajón por vez
Uno de los secretos dado por los expertos de la simplicidad radica en empezar los nuevos hábitos poco a poco, en vez de intentar objetivos ambiciosos que nos agotarán después de una o dos semanas de entusiasmo.
Comenzar a poner orden en nuestro entorno ayudará muchísimo, pero este desafío debe abordarse gradualmente, por ejemplo, destinar dos horas tres veces a la semana a ordenar un cajón, un estante o un armario.
Este es, además, un ejercicio mental que obliga a identificar lo desechable de lo necesario, máxima fundamental de la simplicidad.”
De: Sentir, pensar y actuar de un modo simple. Rev.Pred.-Abril 2012
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