En una nota*, el periodista** recoge estos consejos del Laboratorio del Sueño de la Fundación Alfredo Thomson:
“…
• Levantarse temprano, manteniendo lo más fijo que se pueda el horario.
• Por la noche ingerir sólo alimentos livianos; evitar la carne roja y las verduras crudas, las comidas complejas y los picantes, así como el café, té y mate. Se puede acompañar con una copa de vino. Han de transcurrir no menos de dos horas de la cena para ir a dormir. Antes de la comida nocturna buscar tranquilidad. En cambio, tomar un desayuno y merienda importantes y un buen almuerzo.
• Nunca mirar la televisión en la cama antes de dormir. Si se la mira, que sea sentado y evitando informativos y programas excitantes.
• Evitar la siesta horizontal: no acostarse; sólo dormitar o descansar plácidamente de 20 a 30 minutos como máximo, en un sillón o reclinado.
• Si es posible, realizar caminatas después del desayuno y al caer el sol. No hacer actividad física después de la cena.
•También son aconsejables algunos ejercicios livianos al aire libre, como natación o ciclismo. Trate de estar activo, aun en lugares cerrados; si siente somnolencia al mirar TV en horas del día, interrumpa y trate de emprender otra actividad que lo despeje.
• Acostarse con ropas muy sueltas o sin ropa.
• El dormitorio debe ser acogedor, ventilado y cómodo. Dejar las preocupaciones afuera.
Y si se despierta de noche:
Jamás encender la luz y mucho menos levantarse.
Ni se le ocurra eso de ir a la PC o huronear en la heladera.
El reloj sólo debe servir como despertador: darlo vuelta para no ver la hora.
Si piensa algo, que sea: dormir un poco menos no es un drama, el sueño ya volverá.
Permanecer quieto y en la postura más relajada en la oscuridad; ya se quedará dormido solo.”
Leído en: * Una odisea con los ojos cerrados – Revista El Arca 62 – nota por **Jorge Ariel Madrazo