Versada!
“Entre las garras de un Can
una Cotorra se hallaba,
y a un Cerdo, con negro afán
en su socorro llamaba;
mas el Cerdo, harto sencillo,
le dijo : -Voy caminando;
estoy primero amolando
el retorcido colmillo;
amiga Cotorra, aguarde-.
Ella entonces, medio loca,
garró del Can en la boca:
-No venga, porque ya es tarde.
Esta fabulilla explica
cómo el remedio del mal
nada sirve en caso tal
cuando a tiempo no se aplica.”
Francisco Javier Balmaseda, cubano.