De la serie “Haciendo amigos” uno de esos relatos que Jan Puerta acompaña con sus fotografías…
Don Juan
“Solo tiene ochenta y siete años. Una mente prodigiosa y unas ganas de hablar con la gente, envidiables. En el tiempo que duró nuestra conversación, no dejó de saludar a nadie que pasó por su lado. Todos le conocían y parecía que a todos les arrancaba una sonrisa con su vitalidad y espontaneidad…
.- ¿Cómo es que habla con todo el mundo?
.- Es algo que nace con la persona. No sabría decirle…
.- Quizás en su época de comerciante…
.- Antes de ser vendedor y tener mi primer negocio, ya me gustaba hablar.
.- Y… dígame, ¿de qué suele usted hablar con la gente?
.- De cualquier cosa. ¡Incluso de política y de religión!
.- Temas difíciles. ¿Verdad?
Sonríe y sin perder el gesto en la comisura de sus labios me dice…
.- Difícil para ellos. No para mí.
.- Usted parece tener las ideas claras.
.- Ellos a veces también.
.- ¿Todos?
.- Todos tienen su verdad. Pero como la verdad de cada uno no es la verdad de los demás, solo pido una cosa en nuestras conversaciones…
.- ¿Respeto?
.- ¡Obvio! Pero además que no intenten convencerme.
.- ¿Y lo cumplen?
.- No siempre, pero ya saben que mis normas son el diálogo por encima de todo. Yo dejo entrar a mi casa a los mormones, los testigos de Jehová, los evangelistas… a todos. Pero solo a dialogar. Nunca a convencer. Cuando veo que lo intentan, les digo… “señores hasta aquí hemos llegado” y los invito amablemente a que regresen otro día.
.- ¿Vuelven?
.- Pues si. Al final han aprendido que hablando con la gente, al menos conmigo así lo demuestran, uno se enriquece en lo personal. Lo espiritual ya es cosa de cada uno. Pero lo personal es una enseñanza que es demasiado preciada como para que la ensuciemos con temas más… espirituales.
.- Y los políticos también siguen las mismas reglas.
.- Seguirlas, los que se dice seguirlas, no. Son más cerrados. Pero alguno que otro termina por participar del debate sin que sea un monólogo absurdo intentando convencer a quien no será convencido.
.- Tiene usted las ideas muy claras amigo.
.- Si a los ochenta y siete años, que uno está a la puerta del otro lado, no las tiene claras, ya me dirá usted para que sirve esta absurda vida.
Sigo hablando con Don Juan y me siento muy cómodo en la conversación que mantenemos debajo de un edificio que mantiene la estructura interna intacta, pero la fachada se cae a trozos…
.- Cuando le he visto haciendo fotos del edificio he pensado… “otro del periódico que viene a hacer fotos, para denunciar su estado y nada mas”.
.- Yo las hago para mí. Para que cuando este edificio sea solo un recuerdo, la imagen perdure aunque no sea en el pleno esplendor que debía de haber tenido hace unos años.
.- Sabe, este edificio (1) su estructura es de acero. Una copia de los de Nueva York.
.- Y la municipalidad ¿no hace nada para restaurarlo?
.- Es privado. Y su propietario tiene tanta plata que ni se fija en esta vieja gloria del pasado porteño.
.- Imagino las vistas sobre la ciudad.
.- Son magnificas. Únicas.
Don Juan tiene cinco hijos. Quince nietos y cuatro bisnietos. Uno de los nietos hace poco que ha regresado de Holanda donde reside. Ha venido a buscar a su “polola” (2) y se van en pocos días.
Quedamos en que esta semana, me acercaría a su casa. Tomaríamos un café y seguiríamos conversando. De paso le entregaré esta pequeña crónica, así como las fotos que le hice. Una de ellas, es la que ilustra esta entrada.
(1) El edificio fue diseñado por C.Hapding a principios del siglo veinte. En otra entrada publicare una imagen del mismo. Con algo más de información.
(2) Polola. Coloquialmente en Chile se refiere a la novia o la prometida de uno.”
Leído en: Imágenes y Palabras by Jan Puerta. De la serie “Haciendo amigos” – Copyright © By Jan Puerta 2009 – Texto y fotografías con copyright del autor.
La foto original, aquí: Don Juan
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