Dos poemas de Alfonsina

Alfonsina Storni, 25 de octubre de 1938, su fallecimiento.

Dolor. 

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar,
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.  

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.  

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar,
ver como se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear,
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar,
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar,
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar…  

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar,
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.  

mar-orilla

Voy a dormir 

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola; oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides… Gracias… Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido. 

Leídas en: http://www.poemas-del-alma.com/dolor.htm y otros sitios de poemas.

A %d blogueros les gusta esto: