Haciendo el corazón bondadoso
Plática ofrecida a un gran grupo de laicos que visitaron el monasterio Wat Pah Pong con el fin de donar ofrendas para los monjes y para el monasterio.
Por Ven Ajahn Chah
En estos tiempos la gente va por todas partes buscando méritos[1]. Y siempre parece que hacen una parada en ‘Wat Ba Pong’ (el Monasterio de Ba Pong). Si no hacen una parada en el viaje de ida, lo hacen en él de vuelta. Wat Ba Pong se ha vuelto un lugar de escala. Algunas personas están tan apuradas que ni siquiera tengo la oportunidad de verlas o hablarles. La mayoría de ellos está buscando mérito. No veo a muchos buscando una manera de salir de las acciones erróneas. Están preocupados por obtener méritos y no saben adonde van a ponerlos. Es como tratar de teñir una tela sucia sin lavarla.
Los monjes hablan así, con franqueza, pero es difícil para la mayoría de la gente poner en práctica este tipo de enseñanza. Es difícil porque no lo entienden. Si lo entendieran sería mucho más fácil. Suponed que hay un hoyo y que hay algo en el fondo de él. Cualquiera que ponga su mano en el hoyo y que no alcanzara el fondo diría que el hoyo es muy profundo. De cien o mil personas poniendo sus manos en ese hoyo, todas ellas dirían que el hoyo es muy profundo. ¡Ni una diría que su brazo es muy corto!
¡Hay tanta gente buscando mérito! Tarde o temprano tendrán que empezar a buscar una forma de salir de las acciones erróneas. Pero no hay mucha gente interesada en esto. La enseñanza del Buda es tan breve, pero la mayoría de la gente solo la pasa de largo, así como pasan por ‘Wat Ba Pong’. Para la mayoría de la gente eso es lo que es el Dhamma, ‘una parada’.
Solo tres palabras, algo muy simple: Sabba papassa akaranam: abstenerse de toda acción errónea. Ésta es la enseñanza de todos los Budas. Este es el corazón del Budismo. Pero la gente sigue saltándoselo, no quiere eso. La renuncia de toda acción errónea, grande y pequeña, de las acciones físicas, verbales y mentales… ésa, es la enseñanza de los Budas.
Si tuviéramos que teñir una tela tendríamos que lavarla primero. Pero la mayoría de la gente no hace eso. Sin mirar la tela, la sumerge en la tintura de buenas a primeras. Si la tela está sucia, el teñirla la hace salir aún peor que antes. Pensad sobre ello: Teñir un harapo sucio y viejo, ¿se vería bien eso?
¿Lo veis? Así es como enseña el Budismo, pero la mayoría de la gente lo pasa por alto. Prefiere realizar solo buenas obras, pero no desea abandonar la ‘acción errónea’. Es como decir “el hoyo es muy profundo”. Todos dicen que el hoyo es muy profundo, nadie dice que su brazo es muy corto. Tenemos que volver a nosotros mismos. Con esta enseñanza tenéis que dar un paso atrás y veros a vosotros mismos. Continuar leyendo «Lecturas de budismo I: Ajahn Chah»