Poemas a las plantas, flores, árboles y demás Naturaleza

La idea es seguir buscando. Aquí algunos:

Cardos. Baldomero Fernández Moreno 

En el campo amarillento
donde ya no hay más que paja,
alzan los cardos valientes
su dura flor erizada.

Bajo el sol del mediodía
y cuando la ser abrasa
en sus copitas azules
ofrecen su trago de agua.

De: El hogar en el campo, 1923.
Leído en: https://historianatural.wordpress.com/2011/03/22/baldomero-fernandez-moreno-literatura-y-naturaleza/

El ceibo. Alberto V. Oitaven

Coágulo de sangre
labio irritado,
¿cuántos besos de fuego
has y te han dado?
Y todavía
entre las hojas verdes
cómo palpitas.

Tomado del libro: “El ceibo” de Alberto V. Oitaven, 1943
Leído en: https://historianatural.wordpress.com/2011/01/26/flor-de-seibo-poesia-de-baldomero-fernandez-moreno/

 

Rafael Obligado: Poesía sobre el seibo

Yo tengo mis recuerdos asidos a tus hojas,
yo te amo como se ama la sombra del hogar,
risueño compañero del alba de mi vida,
seibo esplendoroso del regio Paraná.

Las horas del estío pasadas a tu sombra,
pendiente de tus brazos mi hamaca guaraní,
eternas vibraciones dejaron en mi pecho,
tesoro de armonías que llevo al porvenir.

Y muchas veces, muchas, mi frente enardecida,
tostada por el rayo del sol meridional,
brumosa con la niebla de luz del pensamiento,
buscó bajo tu copa frescura y soledad.

Allí, bajo las ramas nerviosas y apartadas,
teniendo por doseles tus flores de carmín,
también su hogar aéreo suspenden los boyeros,
columpio predilecto del céfiro feliz.

Se arrojan en tus brazos, pidiéndoles apoyo,
mil suertes de lanas de múltiple color;
y abriendo victorioso tus flores carmesíes,
guirnalda de las islas, coronas su mansión.

Recuerdo aquellas ondas azules y risueñas
que en torno repetían las glorias de tu sien,
y aquellas que el pampero, sonoras y tendidas,
lanzaba cual un manto de espumas a tu pie.

Evoco aquellas tardes doradas y tranquilas,
cargadas de perfumes, de cantos y de amor,
en que los vagos sueños que duermen en el alma
despiertan en las notas de blanda vibración.

Entonces los rumores que viven en tus hojas,
confunden con las olas su música fugaz,
y se oyen de las aves los vuelos y los roces,
vagando entre las cintas del verde totoral.

¡Momentos deliciosos de olvido, de esperanza!
¡Destellos que iluminan la hermosa juventud!
¡Aquí es donde se sueña la virgen prometida
y es lumbre de sus ojos la ráfaga de luz!

Amigo de la infancia, te pido de rodillas
que el día en que a mi amada la sirvas de dosel,
me des una flor tuya, la flor mejor abierta,
para ceñir con ella la nieve de su sien.

¡Que nunca Dios me niegue tu sombra bienhechora,
seibo de mis islas, señor del Paraná!
¡Que pueda con mis versos dejar contigo el alma
viviendo de tu vida, gozando de tu paz!

¡Ah! ¡Cuando nada reste de tu cantor y seas
su solo monumento, su pompa funeral,
yo sé que en la corteza de tu musgoso tronco
alguna mano amiga mi nombre ha de grabar!

Rafael Obligado 1851-1920. Destacado escritor. Uno de los fundadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Pasó su infancia cerca del río Paraná. Tanto el río como el paisaje lo que motivaron a escribir varias poesías. Su obra cumbre fue “El Santos Vega” que originariamente compuso dentro de su libro “Poesías” apareció en 1885. “El seibo” pertenece a ese libro. Obligado fallece en Mendoza, un 8 de marzo.

Leído en: https://historianatural.wordpress.com/2009/02/26/rafael-obligado-poesia-sobre-el-seibo/

 

El ombú. Luis L. Domínguez

Cada comarca en la Tierra
tiene un rasgo prominente
el Brasil, su sol ardiente;
minas de plata, el Perú;
Montevideo, su cerro;
Buenos Aires –patria hermosa-,
tiene su pampa grandiosa;
la pampa tiene el ombú.
Esa llanura extendida,
inmenso piélago verde,
donde la vista se pierde,
sin tener donde posar;
es la pampa misteriosa
todavía para el hombre,
que a una raza da su nombre,
que nadie pudo domar.
No tiene grandes raudales
que fecunden sus entrañas
pero lagos y espadañas
inundan toda su faz,
que dan paja para el rancho,
para el vestido dan pieles,
agua dan a los corceles,
y guarida a la torcaz.
Su gran manto de esmeralda
esmalta modestas flores
de aromáticos olores
y de risueño matiz.
El bibí, los macachines,
el trébol, la margarita,
mezclan su aroma exquisita
sobre el lucido tapiz.
No tiene bosques frondosos
ni hermosas aves en ellos;
pero sí pájaros bellos
hijos de la soledad,
que siendo únicos testigos
del que habita esas regiones,
adivinan sus pasiones
y acompañan su orfandad.
Así, nuncio de la muerte
es el cuervo o el carancho
-si la peste amaga el rancho
sobre el techo el buho está-,
y meciéndose en las nubes
y el desierto dominando,
las horas está cantando
el vigilante chajá.
No hay allí bosques frondosos
pero alguna vez asoma
en la cumbre de una loma
que se alcanza a divisar,

El ombú, solemne, aislado,
de gallarda, airosa planta,
que a las nubes se levanta
como faro de aquel mar.
¡El ombú!Ninguno sabe
en qué tiempo ni qué mano
en el centro de aquel llano
su semilla derramó.
Mas su tronco tan ñudoso,
su corteza tan roída
bien indican que su vida
cien inviernos resistió.
Al mirar cómo derrama
su raíz sobre la tierra,
y sus dientes allí entierra
y se afirma con afán.
parece que alguien le dijo
cuando se alzaba altanero:
ten cuidado del pampero
que es tremendo su huracán.
Puesto en medio del desierto,
el ombú, como un amigo,
presta a todos el abrigo
de sus ramas con amor;
hace techo de sus hojas
que no filtra el aguacero
y a su sombra el sol de enero
templa el rayo abrasador.
Cual museo de la pampa
muchas razas él cobija:
la rastrera lagartija
hace cuevas a su pie.
Todo pájaro hace nido
del gigante en la cabeza
y un enjambre en su corteza
de insectos varios se ve.
Y al teñir la aurora el cielo
de rubí, topacio y oro,
de allí sube a Dios el coro,
que le entona al despertar
esa pampa, misteriosa
todavía para el hombre,
que a una raza da su nombre
que nadie pudo domar.
Desde esa turba salvaje
que en las llanuras se oculta
hasta la porción más culta
de la humana sociedad,
como un linde está la pampa
sus dominios dividiendo
que va el bárbaro cediendo
palmo a palmo la ciudad.
Y el rasgo más prominente
de esa tierra donde mora
el salvaje que no adora
otro dios que el Valichú,
que en chamal y poncho envuelto
con los laques en la mano
va sembrando por el llano
mudo horror, es el ombú
¡Cuánta escena vio en silencio!
¡Cuántas voces ha escuchado
que en sus hojas ha guardado
con eterna lealtad!
El estrépito de guerra
a su pie se ha combatido
su quietud ha interrumpido
por amor y libertad.
¡En su tronco se leen cifras
grabadas con el cuchillo
quizá por algún caudillo
que a los indios venció allí:
por uno de esos valientes
dignos de fama y de gloria,
y que no dejan memoria
porque nacieron aquí!…
A su sombra melancólica
en una noche serena,
amorosa cantinela
tal vez un gaucho cantó;
y tan tierna su guitarra
acompañó sus congojas
que el ombú de entre sus hojas
tomó rocío y lloró.
Sobre su tronco sentado
el señor de aquella tierra
de su ganado la yerra
presencia alegre tal vez;
o tomando el matecito
bajo sus ramos frondosos
pone paz a dos esposos,
o en las carreras es juez.
A su pie trazan sus planes
haciendo círculo al fuego
los que van a salir luego
a correr el avestruz…
Y quizá para recuerdo
de que allí murió un cristiano,
levantó piadosa mano
bajo su copa una cruz.
Y si en pos de amarga ausencia
vuelve el gaucho a su partido,
echa penas al olvido
cuando alcanza a divisar
el ombú, solemne, aislado,
de gallarda, hermosa planta,
que a las nubes se levanta
como faro de aquel mar.

Luis L. Domínguez, poeta y prosista argentino. Nació en Buenos Aires el 15 de marzo de 1819 y murió en Londres el 20 de julio de 1839.

De: América Poética.

 

La selva triste. Leopoldo Lugones

Ya se ve la claridad del llanto
tras las pestañas del follaje. Azora
su insegura quietud un leve espanto.
Y en una soledad desgarradora,
advierte el alma errante que no es ella
la que padece más, sino la estrella
que junto a un sauce se despide y llora.

Leopoldo Lugones, Las horas doradas (1922)

Leído en: https://historianatural.wordpress.com/2009/05/23/la-selva-triste-por-leopoldo-lugones/

 

Para conservar talas (Celtis sp.) y talares. Juan Carlos Chevez

Porque crecí retorcido
y espinoso como el tala,
se me ha antojado que el árbol
me representa en sus ramas.
Algunos dirán seguro
que estorbamos en las pampas,
que la leña que brindamos,
no forma una buena brasa.
Que pa´ colmo en el invierno
parece que nos secaran,
porque se nos caen las hojas
y afeamos las barrancas.
Y otros más lamentarán,
por culpa de la alambrada,
que allí nos vamos salvando
de topadora y de hachas.
Pero olvidan los cretinos,
que nuestra sombra ocultaba
la casa de los yaguares,
del querandí su morada.
Y no saben o no quieren
saberlo por si se espantan,
que nos quedamos sin hojas
pa´que el sol llegue a otras plantas.
Que le dimos hasta nombres
para saber dónde estaban,
si en el Talar de Pacheco
o en el pueblo de Los Talas.
Pero ha querido la suerte,
más que suerte una desgracia,
que nuestro nombre del inca
coincida con el que tala.
Porque talan y destruyen,
cada vez con mayor saña,
y no es lo mismo el que tala
que dejar crecer un tala.
Tal vez un día recuerden
con algo de pena amarga,
que debajo del asfalto
hubo raíces de talas.
Que fuimos para las aves
abrigo, comida, casa,
y que en vez de criticarnos,
en el alba nos cantaban.
Y si queda alguna duda
que somos la misma raza,
prueben su fruto y verán
que era dulce nuestra alma.

De: Juan Carlos Chevez – Director del área de Biodiversidad y Coordinador del Grupo de Especies en Peligro y Áreas Protegidas. Fundación de Historia Natural Félix de Azara.

Fuente: Mérida, E. y J. Athor (editores). 2006. Talares bonaerenses y su conservación. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Buenos Aires. 260 pp.

Leído en: https://historianatural.wordpress.com/2011/05/15/conservar-talares-tala-celtis-tala/

Fechas: El día 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol, el cual fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial realizado en la ciudad de Roma en el año 1969. Otra fecha vinculada es el Día Forestal Mundial o Día Internacional de los Bosques, establecido desde 1971 por la FAO, el 21 de marzo.” En Argentina, Día del árbol: el 29 de Agosto.

Más: Día del árbol: poemas y enlaces de interésPoema del árbol, Antonio Machado Arbol feliz, Enrique BanchsPoemas y canciones dedicados a los animales

Día mundial del urbanismo

UrbanismoLamentablemente, más que «planificación», lo que suele haber son intereses económicos de los «amigos» de los políticos del momento…

Noviembre 8

“… Es un día donde se reconoce y promueve el papel de la planificación en la creación de comunidades sostenibles.

… una excelente oportunidad para contemplar la planificación desde una perspectiva global, pues es un evento que apela a la conciencia de los ciudadanos y las autoridades públicas y llama la atención hacia el impacto ambiental que produce el desarrollo de ciudades y territorios…” (Wikipedia)

Frase afín: “Piensa globalmente, actúa localmente.”

“… (Think Global, Act Local) ha sido utilizada en contextos variados, desde la política a la planificación urbanística, el medio ambiente  o los negocios.” (Wikipedia)

No te imaginas lo que una semana puede dar de sí

Qué buenas ideas ambas! Además, el fotógrafo logró plasmar eso de que «una imagen vale más que mil palabras», que llama a la reflexión acerca de la basura que cada persona produce, en apenas unos días! Me encantó!

Phusions

Te aviso que hoy viajo un poco al pasado. Y es que esta serie del fotógrafo californiano Gregg Segal ya tiene unos años (tantos como seis), pero en un escenario de pre-confinamiento (o confinamiento raro, llámalo como quieras) como el que estamos viviendo, me ha parecido especialmente reveladora. En 7 Days of Garbage. el fotógrafo retrató a todo tipo de personas tumbadas, literalmente, sobre su basura. Para ser más concreto, los inmortalizó entre el desperdicio que originaron durante siete días enteros. Y sí, – como decía – resulta revelador ver cuánto puede llegar a consumir cada uno de nosotros y, también, cómo se hacen evidentes algunas diferencias curiosas en los hábitos – por ejemplo – alimenticios.

Mira:

Más recientemente, y también partiendo de una idea similar, decidió retratar qué comían niñas y niños de todo el mundo durante una semana cualquiera. El resultado, que puedes ver en Daily…

Ver la entrada original 13 palabras más

Eugene O’Neil: Testamento de un perro

dalmata12 de junio – Día Nacional del Perro

«Yo, Siherden Emblem O’Neil (a quien mi familia y amigos llaman Blemie), a consecuencia de mi edad y de las enfermedades que me agobian, transmito a la mente de mi amo lo que deberá ser mi última voluntad y testamento.

En el aspecto material, tengo poco que dar, los perros somos más sabios que los hombres, y no conferimos gran valor a los objetos, los perros no desperdiciamos la vida acumulando propiedades, ni sufrimos de insomnio preocupándonos por cómo conservar lo que tenemos, y adquirir lo que deseamos. No tengo nada valioso que dar, excepto mi amor y mi fe, y eso lo lego a quienes me amaron. 

Pido a mis amos, que me recuerden siempre, pero que no lamenten mi partida, durante demasiado tiempo, durante toda mi vida procuré ser un consuelo en los tiempos difíciles, y un motivo adicional de alegria, me resulta amargo pensar que mi muerte pueda causarles dolor.

Ahora que estoy ciego, cojo, sordo y hasta mi olfato me falla, siento que la vida me castiga por quedarme aquí más tiempo del conveniente, debo despedirme antes que me convierta en una carga para mí mismo, y para todos los que me aman, será una pena dejarlos, pero los perros no tenemos miedo a la muerte, la aceptamos como parte de la vida ¿Quién puede saber que hay después de la vida?

Junto con todos mis compañeros dálmatas que son mahometanos devotos, me gustaría saber que hay un Paraíso en el que siempre es uno joven, donde todo el día juega uno con hermosas perras llenas de manchas; donde cada hora feliz es hora de comer, un lugar donde todas las noches hay un millón de chimeneas encendidas, y ante las cuales puede uno enroscarse, parpadear, soñar y recordar los viejos tiempos pasados en la Tierra, y el amor de nuestros amos.

Pero temo que es demasiado pedir, hasta para un perro como yo. Pero al menos estoy seguro de la paz. Quiero hacer una última petición. He escuchado decir a mi ama: «cuando muera Blemie no volveremos a tener otro perro». Por lo que me ha querido yo le pido que tenga otro, no volver a tenerlo, sería un tributo muy pobre a mi memoria.

Me gustaría sentir que habiéndome tenido ya no podrá vivir sin un perro. A él le dejo mi collar, mi correa, mi suéter y mi gabardina, y una última palabra de despedida, siempre que pasen por mi tumba piensen con felicidad: Aquí yace aquel que nos amó

Colaboración: Elsa Castañeda. Este artículo es Copyright ©ProyectoMascota.com. Todos los derechos reservados.

Leído en: ProyectoMascota

2 de junio – Día Nacional del Perro – Argentina
«Chonino fue un perro argentino de raza Ovejero Alemán de pelo largo que perteneció a la Policía Federal Argentina, recordado por ser el único que murió en acción en toda la historia de la Fuerza, y que por su valentía y sacrificio se conmemora el «Día Nacional del Perro» … (Wikipedia)

También hay un Día del Perro Callejero. «Desde el 27 de julio de 2008, por iniciativa de un estudiante chileno, se conmemora el Día Internacional del Perro Callejero. El objetivo de esta fecha, que se celebra en varios países de Latinoamérica y en España, es crear conciencia colectiva y ayudar a todos los animales en situación de calle… que presentan un potencial peligro para la salud de las personas.»

Post Invitado: Os lo dije. David Nezan

 «David, autor del blog “De todo un poco”, nos envía el siguiente texto y nos invita a una reflexión:

postinvitado«Todos somos vida, tenemos un 75% de agua al nacer y un 65% en la edad adulta. También estamos formados por Carbono, Nitrógeno, Calcio, Fósforo y otro minerales. El agua la guardamos en las células y también circula por la sangre (ver en detalle).

A medida que nos hacemos mayores, nuestro cuerpo va pasando por los diferentes estados del crecimiento de un ser vivo (nace, crece, se reproduce y muere). Pero nuestra mente se va volviendo compleja, va perfeccionando ese personaje que quiso ser en esta vida.

Como toda creación: crear un cuadro, una figura, un texto, un personaje de videojuego, un dibujo, un hijo, etc. Como cualquier cosa que creemos en esta vida, le cogeremos cariño. Y despegarnos de nuestras creaciones es doloroso.

Nuestra mayor creación en esta vida: «nuestro personaje» es el que desaparece cuando morimos, el resto de nosotros se mezcla con el resto de vida del planeta. Nuestro miedo a la muerte, es, en realidad, miedo a perder lo que hemos creado.

Por eso la gente quiere que se le recuerde: la gente mayor se refugia en sus familiares, los jóvenes en sus amigos y los adolescentes en sus seguidores de Twitter y todos quieren ser como su Youtuber preferido.

¿Porqué no nos conformamos con ser un 65% de agua? En eso, sólo en eso, el resto de los animales nos ganan. Ellos no tienen miedo a la muerte. En cambio, a nosotros la muerte nos produce miedo a vivir. Miedo a arriesgarnos, miedo a hacer y pensar de forma diferente, miedo al qué dirán.

Para vivir como lo que somos, agua y otros minerales, debemos perder todos los miedos.

En eso consiste la vida, en superar todos los miedos, porqué habremos puesto nuestro granito de arena, no en el vecino del quinto, ni en el jefe del trabajo, ni en la cajera del súper. Sino en la vida del planeta Tierra, ese ser vivo, que nos nutre, nos protege, nos acoge y nos da vida, día a día, vida a vida.

Y entre todos los seres vivos, entre todas las vidas vividas y que quedan por venir, seguiremos evolucionando en seres vivos más ricos, más complejos y más sabios.

Nuestro aprendizaje de ahora es el de crecimiento más rápido de la historia, estamos en el mejor momento de nuestra vida en la Tierra, no tenemos depredadores, no tenemos límites (bueno, ahora con Trump, puede que surjan). Hemos evolucionado más en los últimos 50 años que en los 2000 años anteriores. Y no se sabe qué pasará, pero el ser vivo que nos gobierna, la Tierra, está sufriendo cambios por nuestra culpa.

El estrés al que estamos sometiendo a la Tierra, nos ha hecho aprender mucho en poco tiempo.

La pregunta es: ¿Nosotros gobernamos a la Tierra o es la Tierra la que nos gobierna a nosotros? De momento, parece que todo está bajo control, el ser humano es bueno aparentando tranquilidad y seguridad, hay que bailar mientras suene la música. ¿O no es cierto que nadie hizo caso a las predicciones de la burbuja inmobiliaria del 2006? Y hasta que la vivimos no nos dimos cuenta. El ser humano no sabe predecir, si está aprendiendo a predecir el tiempo que hará en cinco días. Eso sí, sí que sabe decir os lo dije.

Mi opinión es que la Tierra hablará como ser vivo que es y yo sí podré decir «os lo dije». ¿Qué opinas tú

Escrito y enviado por: David, es autor del blog «De todo un poco«: http://davidnez.wordpress.com

A %d blogueros les gusta esto: