Freud y Sherlock Holmes

Hola! Alguna vez leí un librito titulado «Elemental, Dr. Freud«, de Nicholas Meyer… es que también me gustan las novelas detectivescas… El artículo que sigue me lo recordó… Lo encontré en el sitio de Antroposmoderno…

«Freud-Sherlock»
Cecilia Josefina Perczyk

«No debe tomarse como objeto de atención todo el sueño, sino los fragmentos singulares de su contenido.» (Freud, 1900 (1899) (1)
«Nunca se confíe a impresiones generales: debe concentrarse en los detalles (Conan Doyle, 1892) (2)

Introducción

El trabajo gira entorno a la tesis de Guinzburg, quien sostiene que Freud, Morelli y Sherlock están relacionados por un modelo epistemológico: el paradigma indiciario.

Este método, también llamado científico, se relaciona estrechamente con el concepto de abducción desarrollado por Pierce. Junto al concepto de método científico se desarrolla la noción de indicio. En este caso particular, entendiendo como indicio el detalle. Los detalles encierran la clave para acceder a una realidad mas profunda que resulta inabordable por otros métodos. Es en los detalles donde aparecen aquellos movimientos sustraídos al control de la conciencia:

Rasgos pictóricos para Morelli.
Pistas (indicios involuntarios impresos en la escena del crimen) para Sherlock Holmes.
Formaciones del Inconsciente para Freud.

El objetivo del trabajo es establecer la relación precisa entre este método indiciario y la abducción a través de la presentación de un cuento de Conan Doyle y un historial clínico de Freud.

Homologación entre el trabajo del analista y el del detective

Sherlock interroga los detalles de la escena en lugar de hacer una lectura de la situación en conjunto como lo hacen los policías de Scotland Yard. Forma de trabajo que se corresponde con la que Freud utiliza para analizar sueños en La interpretación de los Sueños (Freud, 1900 (1899).

El modo que utiliza Sherlock para tratar la información resulta muy similar al de Freud. En cuanto Sherlock aplica la racionalidad para la resolución de las problemáticas de la vida cotidiana. La producción de conocimiento se realiza a través de la lógica y la razón. El detective realiza un desdoblamiento del conocimiento en:

1) Conocimiento técnico que consiste en ordenar y sistematizar la experiencia. Saber que resulta aplicable de modo universal.

2) Conocimiento que tiene que ver con el tiempo, con la práctica. Resolución de cada caso particular.

Es a partir de la producción de conocimiento y su sistematización que el puede orientar sus observaciones más allá de lo que está a la vista. O sea que realiza el ordenamiento lógico de la información de la que dispone para luego extraer toda la información no explicitada.

Sherlock describe en «Estudio en escarlata» (Conan Doyle, 1887) que hay dos tipos de razonamiento: sintético y analítico. El razonamiento analítico consiste en ir de los resultados hacia las causas, un razonamiento hacia atrás.

Otro punto a tener en cuenta es la semejanza entre el crimen y la enfermedad. La semejanza se sostiene en que ambas establecen la identificación del sujeto detrás de cada acto, a través del entramado de observaciones y hechos insignificantes que dan lugar a la construcción de la «otra escena «. Del mismo modo que para Freud hay algo que en el análisis que debe ser construido, para el detective la verdad es provocada y no encontrada.

Morelli

Morelli propone un nuevo método para la atribución correcta de las pinturas de los viejos maestros. Encuentra el núcleo más íntimo de la individualidad del artista en los elementos sustraídos al control de la conciencia. Plantea un método interpretativo que se basa en considerar a los detalles (como por ejemplo las orejas en una pintura) como indicios reveladores porque dan paso a manifestaciones puramente individuales. Realiza una aproximación más moderna a las obras de arte en tanto aborda del problema a un nivel cercano a la filología.

Morelli fue muy criticado, se lo tachó de mecánico y positivista. Guinzburg considera que Freud no dudaría en defender el método porque plantea que los pequeños gestos inadvertidos revelan nuestro carácter de modo más auténtico que cualquier postura formal.

El «Método Morelli» ocupa un lugar especial en la cristalización del psicoanálisis. Es de suma importancia recordar que Freud tiene acceso al libro de Morelli en la prehistoria del psicoanálisis. La vinculación entre Morelli y Freud está documentada en «El Moisés de Miguel Ángel» (Freud, 1914).

Es a la vuelta del viaje a Milán, donde encuentra el libro de Morelli, que acontece el famoso olvido de Signorelli. Todos los nombres de pintores que aparecen en «El olvido de los nombres propios» en Psicopatología de la vida cotidiana (Freud, 1901) son mencionados en el libro de Morelli.

La semiótica médica

El paradigma semítico o indiciario está vinculado con la idea de un saber conjetural entendido como desciframiento de diversas clases de signos, desde los síntomas hasta la escritura. Tiene sus orígenes en el saber venatorio de los primitivos cazadores. Continúa su desarrollo con la adivinación en la Mesopotamia, la jurisprudencia mesopotámica, y la medicina hipocrática. Y finalmente, en la semiótica médica o sintomatología.

El signo debe entenderse como huella, marca, indicio. El lenguaje de desciframiento de huellas se basa en las figuras retóricas que lo vinculan al polo narrativo de la metonimia. Para pasar de hechos aparentemente insignificantes a una realidad compleja no observable es necesario armar una narración.

La semiótica médica funciona como un paradigma fundamental en el siglo XIX. Resulta entonces de suma importancia encontrarnos con que tanto Freud como Morelli y Conan Doyle son médicos. En particular es interesante puntuar en la pareja Sherlock – Watson que es un desdoblamiento de uno de los profesores del joven Doyle, famoso por su talento para diagnosticar: John Bell.

Abducción y el paradigma semiótico

La abducción es un método que se interesa por el caso. Entiende el caso como lo singular, lo irrepetible. Se relaciona entonces con el paradigma indiciario o «de lo único» que es común a todas las ciencias humanas.

Los detalles funcionan como indicios reveladores (método interpretativo) conformando un arte del observar.

La abducción desde el punto de vista formal se describe del siguiente modo:

Regla
Resultado
(Entonces)
Caso

El resultado fue usado por Pierce entendido como indicio, atributo, rasgo. En pocas palabras, de ese saber de la especie (la regla) y de los indicios particulares (el resultado) se infiere el todo que da sentido a ese singular (el Caso).

Para visualizar la analogía entre Freud y Sherlock voy a presentar los datos formalmente. Hay que tener en cuenta que el historial de Elizabeth von R es un historial completo del cual extraje solo una parte del tercer período del tratamiento. Y además las inferencias funcionan como un sistema. Esto quiere decir que además de la abducción se utilizan de modo funcional las otras inferencias. Me pareció pertinente para este trabajo solo formalizar aquellos elementos que conforman una inferencia abductiva.

«Elizabeth von R» (Freud, 1893-1895).(3)

-Regla: «…idea de la defensa frente a una representación inconciliable; de la génesis de síntomas histéricos por conversión de una excitación psíquica a lo corporal; de la formación de un grupo psíquico separado por el acto de la voluntad que lleva a la Defensa…»

-Resultado : » Cierta vez que trabajábamos con la enferma, escuché pasos de hombre en la habitación contigua, una voz de agradable timbre que parecía preguntar algo, y hete aquí que mi paciente se levanta con el ruego de suspender por hoy ; es que ha escuchado – dice – que su cuñado llegó y pregunta por ella. Hasta ese momento había estado libre de dolores, y tras esa perturbación su gesto y su andar denunciaban la repentina emergencia de fuertes dolores. Vi confirmada mi sospecha y me resolví a producir el esclarecimiento decisivo…»

(Entonces)

-Caso: «… Esta muchacha había regalado a su cuñado una inclinación tierna, contra cuya admisión se revolvía dentro de conciencia todo su ser moral. Había conseguido ahorrarse la dolorosa certidumbre de que amaba al marido de su hermana creándose a cambio unos dolores corporales, y en los momentos que esa certidumbre pretendía imponérsele (durante el paseo con él, en aquella ensoñacion matinal, en el baño, en el lecho de la hermana) habían sido generados aquellos dolores por una lograda conversión a lo somático…»

«La caja de cartón» (Conan Doyle, 1892).(4)

-Regla: «… Usted, Watson, como médico, sabe que no hay parte del cuerpo que varíe tanto como la oreja. Por regla general cada oreja es completamente distinta, y difiere de todas las demás…»

-Resultado: «…Por consiguiente, había examinado las orejas de la caja con ojos de experto, y me había fijado cuidadosamente en sus particularidades anatómicas. Imagínese, pues, mi sorpresa cuando al mirar a la señorita Cushing me di cuenta que su oreja se correspondía exactamente con la oreja femenina que acababa de inspeccionar….»

(Entonces)

-Caso: … «Era evidente que la víctima era un pariente consanguíneo, y seguramente uno muy próximo…»

Conclusión: el Paradigma indiciario

Las disciplinas indiciarias no cumplen los requisitos exigidos por los criterios de las ciencias puras porque tienen por objeto ante todo lo cualitativo, el caso. El paradigma científico basado en la física de Galileo funciona como censura, ya que ésta estudia lo que puede ser universalizable, lo típico. El paradigma indiciario estudia lo excepcional, manteniendo abierta en su practica habitual el estatuto de la singularidad. Las tres disciplinas tomadas en cuenta en este trabajo (la historia del arte, la criminología y el psicoanálisis) tienen como objeto de estudio los fenómenos individuales.

Tanto en el caso del especialista en arte como en el detective y en el analista encontramos la habilidad para interpretar. Modo de analizar el problema que se evidencia en la presentación realizada del cuento de Sherlock y el historial de Elizabeth von R, donde se advierte que lo que se busca es el caso, el individuo.» Fin del artículo ‘Freud-Sherlock’, de Cecilia Josefina Perczyk.

Leido en: El Seminario

PD: A los que se interesan en el Psicoanálisis no creo sea preciso que yo les sugiera sitios, pues los hay a montones. Uno de mis preferidos es PsicoMundo. Y a los que les guste leer sobre el detective Sherlock Homes pueden ver Sherlock-Homes.es

Autor: AcuarelaDePalabras

Lecturas entre amigos...

6 opiniones en “Freud y Sherlock Holmes”

  1. No mezclen más a Sherlock con Freud por favor! uno era un fantaseador que no sabia investigar, y hacia justamente lo incorrecto, torcia los hechos para que sus teorias cerraran, si Sherlock lo hubiese conocido, primero se reiría de él, despues de una patada lo hubiese mandado de vuelta a Viena. LEAN A POPPER POR FAVOR, AVIVENSE!

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  2. interesante, se podria, utilizar el paradigma indiciario en cualquier caso, como por ejemplo la verdad de la existencia del universo, con pequeños detalles que estan a la vista pero nadien ve, con aquellos podriamos resolver no un simple misterio de sherlock sino el secreto de la vida! o no?

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  3. PSICOLOGIA – DETECTIVES Y PSICOANALISTAS COMPARTEN EL “PARADIGMA INDICIARIO” – Sherlock Freud

    Por Héctor Gallo y Mario Elkin Ramírez *

    * Texto extractado de El psicoanálisis y la investigación en la universidad, de reciente aparición (Ed. Grama).

    El fundador de la microhistoria, Carlo Ginzburg, publicó en 1979 el artículo “Spie. Radici di un paradigma indiziario”, en el libro colectivo Crisi della ragione (Crisis de la razón), publicado en Italia. Este es el ensayo más traducido de Ginzburg. Sin embargo, ese éxito inusitado hizo, paradójicamente, que su autor se negara a convertirse en el teórico del paradigma indiciario, y durante más de veinte años no habló más del asunto.

    La hipótesis de Ginzburg es que “a finales del siglo XIX surgió silenciosamente en el ámbito de las ciencias humanas un modelo epistemológico –si así se prefiere, un paradigma– al que no se le ha prestado aún suficiente atención. Un análisis de tal paradigma, ampliamente empleado en la práctica aunque no se haya teorizado explícitamente sobre él, tal vez pueda ayudarnos a sortear el tembladeral de la contraposición entre ‘racionalismo’ e ‘irracionalismo’”.

    El artículo de Ginzburg se dedica a una serie de investigaciones sobre Giovanny Morelli, Arthur Conan Doyle (con su personaje Sherlock Holmes) y Sigmund Freud, de las que se infiere ese nuevo paradigma, cuya aplicación en distintos campos constituyó una nueva forma de conocimiento humano de la realidad.

    El autor encuentra que el conocimiento a partir de spie –que puede traducirse como espías, huellas o indicios– se remonta hasta los cazadores antiguos, pasa por las prácticas jurídicas mesopotámicas, pero también por la semiología médica, para encontrarse después en el método clínico de Freud, en la práctica detectivesca inglesa (a partir de Doyle) y en la crítica de la pintura italiana después de Morelli.

    En mayo de 1859 nació en Edimburgo Arthur Ignatius Conan Doyle, contemporáneo de Freud, quien había nacido en Moravia en 1856. Como Freud, Doyle estudió Medicina, y antes de instalarse definitivamente en Londres viajó por todo el mundo como médico a bordo de distintos barcos mercantes. Los detalles de sus viajes están camuflados en sus novelas, y esto era uno de los elementos fascinantes para el lector del siglo XIX, pues la geografía era el modelo de la exploración de las tierras extrañas, de la exploración de enigmas.

    Por ello mismo, Freud usaba la geografía como metáfora de los enigmas por descubrir; así, decía de la sexualidad femenina que era el continente negro, Africa desconocida. O de su primera teoría etiológica de las neurosis, podía decir que había hallado el Caput Nili de la neurología, comparándolo con el descubrimiento de las fuentes del Nilo, que fue el descubrimiento más importante en la geografía del siglo XIX.

    Arthur Conan Doyle también viajó a Viena a tratar de especializarse en oftalmología. No se sabe si conoció a Freud, quien estudiaba los efectos analgésicos de la cocaína para las cirugías. No está documentado ningún encuentro entre Freud y Doyle, salvo la ficción de Herbert Ross, en la película de 1976 Elemental, doctor Freud. Se trata en ella de la reunión de Sigmund Freud y Sherlock Holmes, quien va a consultar al médico por su adicción a la morfina, y ambos terminan resolviendo un caso criminal y un caso clínico, combinando sus métodos.

    Pero la cercanía intelectual entre Freud y Doyle es algo más que ficción. Freud era anglófilo y leyó las novelas de Doyle; de hecho, lo cita en una carta a Jung, a propósito de la recepción de la paciente Sabina Spielrein, que éste le había remitido. En su carta le dice: “Fräulein Spielrein ha reconocido en su segunda carta que el asunto que la preocupa guarda relación con usted: por lo demás no revela sus intenciones. Mi respuesta fue de lo más sabia y perspicaz; le di la impresión de que las pistas más vagas me hubieran permitido, como si fuera Sherlock Holmes, adivinar la situación (…) y le sugería un procedimiento más adecuado, algo endopsíquico”.

    La coincidencia en el paradigma entre Doyle y Freud se remonta más atrás, a sus años de formación. De su viaje a París, en un prólogo para un libro de Bourke en 1913, Freud dice: “Cuando en 1885 yo residía en París como discípulo de Charcot, lo que más me atrajo, junto a las lecciones del maestro, fueron las demostraciones y dichos de Brouardel, quien solía señalarnos en los cadáveres de la morgue cuántas cosas dignas de conocimiento para el médico había, de las cuales la ciencia no se dignaba anoticiarse. Cierta vez que discurría sobre los signos que permiten discernir el estamento, carácter y origen de un cadáver no identificado, le oí decir: ‘Las rodillas sucias son el signo de una chica honesta’. ¡Utilizaba las rodillas sucias de una muchacha como testimonio de su virtud!”.

    Paul Brouardel era un célebre médico forense, al cual Freud se refirió en términos elogiosos en varios escritos; dice Freud que, atraído por la personalidad de Jean Martín Charcot, en su estancia en París se limitó a seguir las enseñanzas de este único hombre y dejó de asistir a otras clases. Pero agrega: “Sólo a las autopsias forenses y conferencias del profesor Brouardel en la morgue rara vez dejaba de asistir”. Freud allí estuvo sensibilizado con la medicina forense de Brouardel y con la manera de inferir detalles de la personalidad de los cadáveres a partir de indicios. En otra referencia a Brouardel, Freud cuenta una anécdota: “Asistía yo a una de esas veladas que daba Charcot; me encontraba cerca del venerado maestro, a quien Brouardel, al parecer, contaba una muy interesante historia de la práctica de esa jornada. Oí al comienzo de manera imprecisa, y poco a poco el relato fue cautivando mi atención: una joven pareja de lejanas tierras del Oriente, la mujer con un padecimiento grave, y el hombre, impotente o del todo inhábil. ‘Inténtelo usted’, oí que Charcot repetía, ‘le aseguro que lo logrará’. Brouardel, quien hablaba en voz más baja, debió de expresar entonces su asombro por el hecho de que en tales circunstancias se presentaran síntomas como los de la mujer. Y Charcot pronunció de pronto, con brío, estas palabras: ‘Pero en casos parecidos es siempre la cosa genital, siempre… siempre’. Sé que por un instante se apoderó de mí un asombro casi paralizante y me dije: ‘Y si él lo sabe, ¿por qué nunca lo dice?’”.

    Para el joven Freud, Brouardel, el maestro que revelaba los detalles de la personalidad a partir de indicios recogidos en un cadáver, era quien contaba la anécdota, y el maestro Charcot era quien afirmaba, desde toda su autoridad, aunque en un ambiente informal, aquello que no decía en su cátedra: que había un origen sexual en la etiología de la histeria.»

    http://m.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-205301-2012-10-12.html

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  4. Otra serie de tv sobre resolver enigmas:

    Leo en Página12-Cultura y Espectáculos dom 14/10/12:

    «Elemental, pero efectiva

    Como si Conan Doyle no hubiera existido, pero sí sus personajes.
    Esa parece ser la premisa con la que Elementary, la serie que Universal Channel estrenará el jueves a las 22, se propuso recuperar a un personaje perenne de la literatura mundial: Sherlock Holmes.
    Sin tener sobre sus espaldas el peso de la historia, ni dar explicaciones por la arbitrariedad de la construcción de su Holmes del siglo XXI, Elementary no es más que otra serie de asesinatos e investigaciones policiales. Sin embargo, su encanto reside en la construcción del detective, que es un adicto a las drogas (en recuperación), cuya libertad “condicional” está atada al seguimiento día y noche de una acompañante terapéutica, que vigila que no tenga una recaída. Adivinaron: la acompañante se llama Joan… Watson.

    Protagonizada por Johnny Lee Miller (Dexter) y Lucy Liu (Kill Bill, Los ángeles de Charlie), Elementary es la serie con la que Universal intenta reemplazar en su programación a Dr. House, con un personaje que a priori se presenta tan soberbio y omnipresente como el Gregory de Hugh Laurie.

    En este caso, Miller compone a un excéntrico joven brillante que, luego de haber caído en desgracia en Londres y de haber pasado una temporada en rehabilitación, regresa a Manhattan para asesorar a la policía de Nueva York. Su gran eficacia como investigador, amparándose en su infalible poder deductivo, lo convierten en un extraño personaje al que la policía deja de actuar, pese a sus modales extraños.

    El genio sabelotodo descubre que los conocimientos médicos de Watson, una ex cirujana, le son funcionales a la investigación de los casos policiales, por lo que termina aceptándola como compañera. En ese instante, Watson deja de ser su acompañante terapéutica para transformarse en su fiel asistente.»

    Sitio oficial: http://www.universalchannel.tv/es/series/elementary

    PD: Para mi gusto habla demasiado. Entiendo que es una necesidad televisiva, bien distinta de leer un libro, en el cual, de a ratos, el autor nos puede hacer saber lo que piensa el personaje sin necesidad de enunciarlo en voz alta.

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